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Hoy les quiero contar anónimamente que gane mi mejor partido, de atrás, con mucha garra y corazón, le estaba perdiendo, no tenía forma de revertirlo, sentía que se me terminaba todo, pero sobre el final en ese vacío enorme donde la peor derrota de mi vida ya me tenía abrazado entre sus garras logre encontrar la forma de volver al juego, para vencer el partido de mi vida.
Desde hace algún tiempo venía sufriendo muchas sensaciones raras, de esas que jamás había tenido, buscaba en mi soledad superar rápido ese mal momento, donde lo atinaba ha algo pasajero, pero con el transcurso del tiempo las ganas de seguir estando en este mundo me fueron consumiendo, me tiraba en la sala de mi casa y no me daban ganas de salir, no quería charlar con nadie, el mundo por un momento se entró a detener y una voz en mi pensamiento me repetía a cada instante “basta ya, a nadie le importas”.
Como futbolista me habían preparado desde chico a ganar y ser un ganador, a superar al adversario, de disfrutar los triunfos rodeados de amigos y simpatizantes del equipo, en los triunfos dejas a la familia en segundo plano, es que estas rodeado de muchos que en algún momento se te pasa estar más cerca de los tuyos, en las buenas el teléfono no descansa, en las redes sociales todos te demuestran ese cariño, te sentís que le importas a mucha gente, tu corazón sonríe, la luz de tu vida brilla, buscas cualquier excusa para salir a la calle y recibir el cariño de quienes te reconocen, pero claro estos momentos son muy pocos los que llegan, pero lo grabas y seguís adelante como si todo fuera un paraíso en el mundo.
En un abrir y cerrar de ojos te encuentras en la otra vereda, no estas preparado a las derrotas, no te preparan para ser un perdedor, no te preparan para sobrellevar las críticas, un hincha cree que un futbolista es su alegría o bronca, así como te elogian en los mejores momentos, también te llegan a insultar en tus peores situaciones, sin medir los daños emocionales que originan, y llega ese día que el teléfono para de sonar, los llamados amigos no están, la familia se preocupa pero ya es tarde para abrirte con ellos, te llega un dolor de estómago como reteniendo algo, un dolor en el alma como si alguien te estuviera apuñalando, te sentís ahogado, y en tu soledad intentas superar estos momentos, pero es peor, no hay animo a salir a la calle, el mundo pareciera detenerse, gira lento, tienes una voz en tu cabeza que pareciera taladrarte el cerebro, esa voz te convence que no le importas a nadie, que ya no tiene sentido seguir en este mundo.
Escuché la palabra “Depresión”, no la comprendía mucho, pero todos esos síntomas eran los que me estaban pasando a mí, tristeza, ansiedad, sensación de vacío, pesimismo, desesperanza, sentimientos de culpa, inutilidad e impotencia. en el peor momento que estaba viviendo, mi primer paso para salir de esto, fue reconocer mi problema, después decidí buscar ayuda, primero con mi familia, para continuar con un profesional que me diagnostico finalmente como depresión lo que yo estaba viviendo, fueron días, semanas y meses de terapia, encontré el rumbo, me costo mucho, por que estaba cerrado en mi mundo, hasta el punto de sentir que ya no podía más con esta situación.
Hoy la puedo contar, deje el futbol por mucho tiempo, hoy valoro mucho más las cosas, aprendí a darme permiso para llorar si lo necesito, a reflexionar sobre lo que pasa, a desahogarme a tiempo, a creer en mi cualquiera sea la situación, el pasado no lo podemos cambiar, el futuro es incierto, así que solo tienes el presente, aprender a perdonarte para poder vaciar el peso de las mochilas del pasado y caminar más ligero por la vida.
Entendí que la tristeza es una de más de las emociones como lo es la alegría y que en el equilibrio está en el bienestar de cada uno de nosotros, aprender a aceptarte tal y como eres, a quererte, a hablar de lo que te pasa porque no tenemos nada de qué avergonzarnos, pedir ayuda a tiempo, aceptar recibir la ayuda. Las depresiones son trastornos que nos anulan como personas, tomar conciencia es el primer paso en la lista para superarlas.
No te aísles, busca ayuda, la depresión tiene cura, pero debemos buscar ayuda a tiempo, yo gane el partido de mi vida, como les dije antes lo perdía por goleada pero el día que busque y acepte ayuda lo supere, hoy se los puedo contar, pese a que por un tiempo pensemos lo contrario, siempre hay gente que nos ama y esta dispuesta para ayudarnos, no le cierres las puertas.
Gracias compartí mi problema por que un día sentí que no le importaba a nadie, si alguien esta pasando por un situación igual tengan en cuenta que podemos salir adelante, no estamos solos a pesar que creamos lo contrario.
